El ensayo en el siglo XX hasta la Guerra Civil
El ensayo en la literatura española de los siglos XIX y XX
Joaquín Costa (1846-1911)
I. El ensayo en el Regeneracionismo y la Generación del 98
La comprometida situación política y económica que domina el siglo XIX desemboca en el XX en una preocupación constante por el tema de España. Los regeneracionistas se proponen sacar adelante el país, y en sus escritos analizan los problemas más acuciantes del momento y postulan soluciones prácticas. Ángel Ganivet (1865-1898), Joaquín Costa (1846-1911) y Ramiro de Maeztu (1875-1936) se convierten en las principales voces de este movimiento.
Pero no fueron los regeneracionistas los únicos preocupados por la crisis de principios de siglo. En los ensayos noventayochistas también se pueden apreciar las inquietudes espirituales y angustiadas sobre el sentido de la vida, el temor a la muerte o el deseo de inmortalidad (Unamuno); los comentarios políticos, patrióticos, intelectuales y anarquistas, cargados de tintes autobiográficos (Baroja); las reflexiones paisajísticas, literarias y culturales sobre los pueblos de España (Azorín); o las preocupaciones filosóficas y estéticas (Antonio Machado).
II. El ensayo en el Novecentismo
El movimiento novecentista está formado por un grupo de estudiosos y pensadores que cuentan con una sólida formación intelectual y científica, y que aprovechan los órganos de poder para llevar a cabo la transformación social de España a través de la cultura y la ciencia. De ahí que participen activamente en la creación de órganos de formación e investigación, como la Junta para la Ampliación de Estudios (1907) y el Centro de Estudios Históricos (1910) en Madrid, o el Institut d’Estudis Catalans (1911) en Barcelona. Todos estos centros, junto con el Instituto de Investigaciones Científicas, contribuyen a que las ciencias y las artes vivan una época dorada.
Los novecentistas representan a la burguesía asentada, son elitistas y se muestran partidarios de un estado laico y de un sistema de enseñanza alejado del poder de la Iglesia. Atraídos por la Europa de su tiempo, no pueden permanecer ajenos al enfrentamiento de la Primera Guerra Mundial y abogan por intervenir en él. Las figuras principales de este movimiento son José Ortega y Gasset y Eugenio d’Ors.
El ensayo y el artículo periodístico se convierten en los géneros más explotados por estos intelectuales universitarios, que dan rienda suelta a sus preocupaciones políticas, de cualquier ideología, y analizan los problemas del país a la vez que proponen soluciones inmediatas. Sus escritos se publican en las numerosas revistas, semanarios y diarios de la época. Destacan las reflexiones políticas de Manuel Azaña, los estudios científicos e históricos de Gregorio Marañón y Claudio Sánchez-Albornoz, los trabajos filológicos de Ramón Menéndez Pidal, Américo Castro y Salvador de Madariaga, y los escritos reformistas de Blas Infante.
III. El ensayo en los años 30
Los acontecimientos políticos se suceden y las ideologías cambian. Muchos escritores que habían militado en las filas del Novecentismo y habían apoyado la “deshumanización del arte” proclamada por Ortega empiezan a comprometerse políticamente y pretenden implicar a los intelectuales en la acción revolucionaria. Una publicación de claro compromiso político es Octubre (1933-34) creada por Rafael Alberti y María Teresa León, grandes impulsores también de El mono azul (1936-39), revista que se distribuye en el bando republicano y que inicialmente trata asuntos políticos, militares y culturales, para dar más tarde entrada a temas de creación y crítica.
IV. Principales Ensayistas
Además de los mencionados en el apartado dedicado al Novecentismo, destacan en el panorama ensayístico español anterior a la Guerra Civil una serie de autores, que se inclinan, ya sea por El ensayo político, ya por el de carácter literario.
Los intelectuales y pensadores no pueden permanecer ajenos a los avatares que depara la situación anterior a la Guerra Civil y proliferan los ensayos políticos de tendencias diversas, entre los que destacan los firmados por Ramiro Ledesma y Luis Araquistáin.
A) Ramiro Ledesma (1905-1936)
Ramiro Ledesma Ramos fue político y escritor. Fundador de las Juntas Ofensivas Nacional Sindicalistas (JONS), uno de los teóricos que más han influido en la concepción del Movimiento Nacional iniciado en 1936.
Nació en Alfaraz (Zamora) el 23 de mayo de 1905 y fue discípulo de Ortega y seguidor de José Antonio Primo de Rivera. Publica asiduamente en la Revista de Occidente. Entre sus ensayos se encuentran Escritos filosóficos y Discurso a las juventudes de España. Murió fusilado por los republicanos en Aravaca (Madrid) el 29 de octubre de 1936.
B) Luis Araquistáin (1886-1959)
Luis Araquistáin fue un defensor a ultranza del socialismo en obras como Polémica de la guerra (1915), En torno de la guerra. Dos ideales políticos (1916) y Entre la guerra y la revolución. España en 1917 (1917). Sus artículos sobre política internacional, escritos entre 1938 y 1958, quedan recogidos en Sobre la Guerra Civil y en la emigración, y sus escritos marxistas se encuentran reunidos en Marxismo y socialismo en España.
En El ensayo literario destacan los aforismos de José Bergamín y los artículos vanguardistas y fascistas de Ernesto Jiménez Caballero.
C) José Bergamín (1895-1983)
José Bergamín ofrece un notable interés como autor de artículos periodísticos. Publica sus primeros artículos en revistas como Índice (1921) y El cohete y la estrella (1923); crea en 1933 la revista Cruz y raya e interviene con frecuencia en El mono azul, donde saca a la luz algunos poemas y numerosos escritos combativos. Colecciones de sus artículos son Cristal del tiempo, 1933-1983 (1983) y El pensamiento de un esqueleto. Antología periodística (1984).
Escritor polémico e inconformista, desarrolla un estilo complicado, casi conceptista, en sus ensayos. Es autor de Caracteres (1926), conjunto de retratos de algunos de los miembros de su generacaión; El arte de birlibirloque (1930), tratado sobre el arte de torear; Mangas y capirotes (1933), reflexión sobre el teatro del Siglo de Oro; El paisajero. Peregrino español en América (1943), curiosa miscelánea de ensayos, aforismos, cartas, etc.; Lázaro, don Juan y Segismundo (1959), análisis de estos personajes literarios, que simbolizan el hombre real, el solitario y el enfurecido; y Calderón y cierra España (1979), estudio en el que aborda algunas manifestaciones culturales de nuestro país y pasa revista a don Juan, don Quijote, Velásquez, Ortega… Entre sus últimos libros destacan La música callada del toreo (1985).
d) Ernesto Giménez Caballero (1899-1988)
Por su carácter inquieto e innovador, se siente atraído en su juventud por los movimientos de vanguardia, como muestran Yo, inspector de alcantarillas (1928), Hércules jugando a las cartas (1928), donde se aprecia inclinación por el totalitarismo y el culto por los adelantos de la técnica, y Julepe de menta (1928), recopilación de reflexiones filosófico-morales en tono jocoso. De tema nacional son Trabalenguas sobre España (1930), Arte y Estado (1935) y Genio de España. Exaltaciones a una resurrección nacional (1938), ensayos en los que defiende la superación de la visión agónica del 98 y la necesidad de emprender un nuevo rumbo, llevando coo estandartes el catolicismo y el imperio. También es autor de obras pedagógicas y de crónicas descriptivas de contenido político, como Amor a Cataluña (1942) o Amor a Portugal (1949). Entre sus últimos libros destaca Memorias de un dictador (1979).
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