Franz Kafka, De noche
¡Hundirse en la noche! Así como a veces se sumerge la cabeza en el pecho para reflexionar, sumergirse por completo en la noche. Alrededor duermen, los hombres. Un pequeño espectáculo, un autoengaño inocente, es el de dormir en casas, en camas sólidas, bajo techo seguro, estirados o encogidos, sobre colchones, entre sábanas, bajo mantas; en realidad se han encontrado reunidos como antes una vez y como después en una comarca desierta: Un campamento al raso, una inabarcable cantidad de personas, un ejército, un pueblo bajo un cielo frío, sobre una tierra fría, arrojados al suelo allí donde antes se estuvo de pie, con la frente contra el brazo, y la cara contra el suelo, respirandoo pausadamente. Y tú velas, eres uno de los vigías, hallas al prójimo agitando el leño encendido que cogiste del montón de astillas, junto a ti. ¿Por qué velas? Alguien tiene que velar, se ha dicho. Alguien tiene que estar ahí.
Franz Kafka - Cuentos
Ante la Ley | Chacales y Árabes | De noche | Un sueño | Ser infeliz | El híbrido | El puente | Prometeo | El silencio de las sirenas | La condena | La colonia penitenciaria | El viejo manuscrito | El escudo de la ciudad | Un artista del hambre | Un artista del trapecio | Un médico rural | Una mujercita | Una confusión cotidiana | Un golpe a la puerta del cortijo | Las preocupaciones de un padre de familia
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