Outsourcing y Offshoring: evolución histórica y tendencias actuales

Las empresas siempre tienen la opción entre el desarrollo dentro de la propia organización de las actividades de producción – insourcing – o el aprovisionamiento de proveedores externos – outsourcing. Podemos definir el outsourcing como el fenómeno consistente en la subcontratación de la realización de una actividad relacionada con su negocio por una firma a un proveedor externo. Robert White y Barry James lo definen en términos similares como “una relación contractual entre un vendedor externo y una empresa, en la que el vendedor asume la responsabilidad de una o más funciones que pertenecen a la empresa” .

El presente trabajo comienza con una breve reflexión sobre la evolución histórica del fenómeno y un análisis de las tendencias más actuales. Destacaré las distintas áreas en las que las empresas normalmente deciden externalizar, así como los motivos que les llevan a hacerlo y que habitualmente son la obtención de un ahorro de costes y el deseo de concentrarse en las actividades que componen la función central de su negocio. Además examinaré los riesgos relacionados con el outsourcing y haré una reflexión sobre la externalización de la función de recursos humanos, las tareas externalizadas, su efectividad y el impacto del fenómeno del outsourcing en los empleados de la empresa en general, y en concreto en la función de recursos humanos.

A) Evolución Histórica

El outsourcing ha sido históricamente el resultado de la progresiva tendencia a la especialización y a la globalización en las sociedades modernas. Vemos ejemplos embrionarios de outsourcing en la época romana con la externalización de la recaudación de impuestos. Posteriormente, durante la Inglaterra de la Revolución Industrial (siglos XVIII y XIX) se encuentran ya ejemplos más concretos de lo que hoy conocemos como outsourcing.

Sin embargo, es a partir de 1970 cuando el outsourcing empieza a cobrar popularidad. El negativo sentimiento de mercado en estos años de resultados corporativos pobres, crisis energéticas… se ve agrandado con la recesión global de los años 80, lo que determina un cambio en la estrategia empresarial caracterizado por el deseo de las grandes corporaciones de concentrarse en un menor número de actividades. Frente a la idea imperante hasta el momento de que para su éxito la corporación debía estar verticalmente integrada y ser autosuficiente para no depender de sus proveedores, surge una nueva tendencia que aboga porque las empresas se enfoquen en aquellas actividades que constituyen el verdadero núcleo central de su negocio – actividades core - y desinviertan de aquellas actividades periféricas o suplementarias a su negocio para obtener rápidos incrementos de beneficios. Según esta teoría en todo negocio existen factores habilitadores, factores originadores y factores diferenciadores de valor. Mientras que la presencia de los tres es necesaria para la creación de valor, la fase que realmente aporta valor es la tercera. De acuerdo con esta teoría, los autores justifican la externalización del primer tipo de factores – habilitadores – fundamentalmente y parcialmente la de los factores originadores de valor. La fase que la empresa debe retener internamente en cualquier caso, es aquella que se refiere a sus competencias nucleares, a sus factores diferenciadores de valor.

Desde los años 90 hasta la actualidad el auge y protagonismo del outsourcing no ha hecho sino aumentar. La teoría que inicialmente había sido estudiada en las aulas de las universidades, trasciende definitivamente los círculos académicos y las empresas comienzan a interiorizarla como parte de su estrategia empresarial. Esta tendencia coincide además con la revolución informática y de las tecnologías de la comunicación y de la información así como con una creciente globalización y cambios notorios en las preferencias de los consumidores. Lo que inicialmente se externalizaba a empresas ubicadas en el entorno cercano a la propia empresa (externalización on-shore), ahora se puede externalizar a empresas ubicadas en lugares tan remotos como Asia – India, China, Tailandia… -, Europa del Este o Rusia (externalización off-shore) gracias a unos sistemas de comunicación cada vez más potentes y baratos.

B) Outsourcing en Estados Unidos. Algunas cifras

Las empresas americanas han sido pioneras a la hora de implementar nuevos procesos productivos y revolucionarias estructuras organizativas a lo largo de la historia de la administración y dirección de empresas. En relación al fenómeno del outsourcing, las empresas americanas se caracterizaron por ser de las primeras en utilizar esta técnica, primero on-shore, es decir, externalizando a empresas ubicadas en el mismo territorio, posteriormente off-shore, encomendando la relación de tareas pertenecientes a su proceso productivo a empresas ubicadas en terceros estados.

Entre las empresas americanas tenemos ejemplos tan sorprendentes y originales como el fabricante de material deportivo Nike, que, por asombroso que parezca, carece por completo de producción propia, sino que la subcontrata enteramente a países del tercer mundo como China, Filipinas u Honduras… La estructura propia de Nike, por su parte, se concentra en las actividades esenciales para el éxito de la marca: diseño del producto, marketing, ventas… Otro buen ejemplo sería el del fabricante de ordenadores personales Dell, que, tras la personalización detallada del equipo por el cliente, compra cada uno de sus componentes a sus distintos proveedores asiáticos, ensambla el equipo, y lo entrega a través de un proveedor de servicio de mensajería en el domicilio del comprador. Ideas de negocio a las que subyace una hábil gestión de la externalización de procesos productivos.

Más allá de estos ejemplos, está muy generalizada en Estados Unidos la externalización de tareas como los call center, ubicados en una gran proporción en India, el desarrollo y mantenimiento de aplicaciones informáticas, aspectos relacionados con la gestión de los Recursos Humanos…

De acuerdo con la empresa de estudios de mercado IDC, el crecimiento esperado del mercado global de outsourcing se situará en un 6% anual hasta el final de esta década. Un mercado valorado en unos 84.6 millardos de dólares para 2004 y que se espera ascienda a 112.5 millardos de dólares en 2009. La participación del mercado americano en el mercado global ascendió a aproximadamente el 40% en 2004: 33.8 millardos de dólares.

Los ahorros esperados por las empresas envueltas en las actividades de outsourcing son grandes. Russian Digital Alliance Análisis y EngiNext Análisis cifran en un estudio la reducción de costes prevista en sectores como el asegurador, el bancario o el farmacéutico entre el 5% y el 15%, en sectores como el de telecomunicaciones, automoción o líneas aéreas en un 1.5%. No obstante, los expertos advierten al mismo tiempo de los riesgos que el outsourcing puede implicar tanto para las propias empresas como para la sociedad americana en general. Así muchos temen que sea la causa de la pérdida de capacidad innovadora por las empresas americanas, así como de la destrucción de numerosos empleos. Todo ello confiere al fenómeno del outsourcing una tremenda actualidad.

White, R. / James, B. (2000): “Manual del Outsourcing: Guía completa de externalización de actividades empresariales para ganar competitividad” Barcelona; Ediciones Gestión 2000, S.A., pág. 15

“US outsourcing market to grow 4.2% in 2005”, ZDNet, 12.11.2005 http://blogs.zdnet.com/ITFacts/?p=9703

“Outsourcing & Offshoring savings potential varies by industry”, DataArt
http://www.outsourcingrussia.com/

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